Inmediatamente después de que mi esposa rubia regresara de la oficina, me empujó al suelo, se quitó las bragas blancas y se sentó en mi cara. Mientras estaba sentada en mi cara, lamí su coño afeitado. Luego la seguí hasta el dormitorio y le follé el coño y la cara hasta que me corrí sobre sus gafas.
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