Regresé del centro comercial solo para escuchar gemidos en la habitación de mi hija. Al llegar allí, mi polla se pone dura de ver cómo la follan. Mientras saco mi pene para masturbarme, mi esposa entra y me atrapa con mi pene en mis manos. Ella termina haciéndome una paja mientras espiamos juntas a nuestra hija.
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