Le ofrecí dinero en efectivo a la esposa de mi vecino para que me dejara lamerle el coño depilado. Ella estuvo de acuerdo y me siguió hasta mi apartamento. Cuando llegó a mi apartamento, me hizo verla desnudarse. Luego, la esposa de mi vecino se sentó en mi cara y me dejó lamer su dulce coño afeitado hasta que alcanzó el clímax.
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