Me desperté con ganas de que me destruyeran el coño. Intenté follar con la almohada, pero eso no satisfizo mi apetito sexual. Luego llamé a mi mejor amiga por teléfono y la atraí a mi casa. Cuando llegó a mi casa, la llevé a mi habitación, me senté en su cara y la obligué a comerme el coño.
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